jueves, 2 de mayo de 2013

La arena encantada

La arena es la dueña de tus pies por unos instantes. En tu día soleado y torturado debido al brillo que elogia tu piel como la porcelana que a la vez abriga tus sueños se expende un halo de luz como la Vía Láctea. La arena delgada te acompaña esos momentos, en los que el sol se convierte en tu verdadero amigo… ese que te abraza durante 3 meses pero que no te suelta y te persigue hasta Surco y que esquivas con los lentes de sol de fina marca pero que tratan de esconder tus ojos claros. Así con los veranos y los instantes en los que quiero retomar nuestra amistad... Como un halo de luz, así es la amistad que quiero que llegue a tus sentidos. Así como la playa que se adueña de tu piel y de tus ganas de rumba nocturna en el sur en medio de la brisa solitaria. Tu muslo bronceado mirando a la cámara que se convierte en tu cómplice de mirada con los labios a medio sonreír y tu otro pie con las uñas pintadas con el esmalte color sensualidad. Cómo poder entender que la arena, inmóvil, inerte, inocua e indefensa pueda tenerte consigo en la playa y se queda encantada con tu mirada y tu cuerpo… o es que le trasladaste magia con tu encanto en cada acto.

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